Para servir:
Sirve las tortitas de patata calientes, acompañadas de una salsa de tu elección, como una crema agria, salsa de yogur o ketchup. También puedes decorarlas con un poco de perejil picado para darle un toque fresco.
Para almacenar:
Si te sobran tortitas, puedes guardarlas en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2-3 días. Para recalentar, simplemente caliéntalas en una sartén con un poco de aceite para que vuelvan a quedar crujientes.
Variantes:
Tortitas con queso:
Puedes agregar a la mezcla un poco de queso rallado (como cheddar o mozzarella) para darle un sabor más intenso y una textura aún más cremosa por dentro.
Versión vegetariana:
Si prefieres una versión aún más saludable, puedes sustituir el huevo por un puré de aguacate o zanahoria para darle una textura suave sin sacrificar el sabor.
Tortitas de patata con cebollas caramelizadas:
Agregar cebolla caramelizada a la mezcla de patata le dará un toque dulce que complementará perfectamente el sabor de las tortitas.
Preguntas frecuentes (FAQ):
1. ¿Puedo hacer las tortitas sin ricotta?
Sí, puedes omitir la ricotta si prefieres una versión más ligera, pero la ricotta le da una textura más suave y un sabor delicioso.
2. ¿Puedo hacer las tortitas al horno en lugar de freírlas?
Sí, para una opción más saludable, puedes hornearlas a 180°C durante 15-20 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción para que se doren de manera uniforme.
3. ¿Puedo congelar las tortitas?
Sí, puedes congelarlas después de freírlas y luego recalentarlas en una sartén o en el horno para que queden crujientes.
Con esta receta fácil y deliciosa, podrás disfrutar de unas tortitas de patata crujientes y sabrosas en poco tiempo. ¡Perfectas para cualquier ocasión!