¡Todos lamieron a estos tipos durante una reciente comida compartida organizada por mi conocido Amish!
Si aún no te gusta el sabor de los buñuelos de cebolla Amish, te llevarás una maravillosa sorpresa. Estos bocaditos dorados son más que un simple alimento; representan la tierna simplicidad de la cocina Amish, en la que se aprecia cada componente y nada se desperdicia. Estos buñuelos, que tienen sus raíces en la tradición del Medio Oeste, al igual que mi propia familia, son ideales para reuniones o tardes relajadas y brindan un sabor cálido y sabroso similar a un abrazo acogedor de la cocina.
Aunque saben muy bien por sí solos, estos buñuelos necesitan compañía. Para lograr un verdadero toque del Medio Oeste, acompáñalos con un guiso fuerte, saboréalos como aperitivo con una cucharada de crema agria o acompáñalos con una ensalada verde crujiente o frijoles horneados a fuego lento. Recuerda también tomar una bebida fría de limonada o té helado para terminar la experiencia.
La receta de los buñuelos de cebolla Amish
Hay entre diez y doce buñuelos en una porción.
Ingredientes:
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Dos cebollas dulces grandes, cortadas finamente
Una taza de harina común
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