Instrucciones Paso a Paso
Paso 1: Preparar la base
En un bol grande, mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida, el azúcar glas y el extracto de vainilla. Remueve bien hasta obtener una mezcla homogénea, de textura parecida a arena mojada.
Prepara un molde para muffins colocando capacillos de papel o, si lo prefieres, engrasa ligeramente cada cavidad para evitar que se pegue. Luego, distribuye la mezcla de galletas uniformemente en cada espacio y presiona con una cuchara o con los dedos hasta que quede una base compacta.
Consejo: Puedes usar el dorso de un vaso pequeño para compactar mejor la base.
Coloca el molde en el refrigerador mientras preparas el siguiente paso.
Paso 2: Preparar el relleno de mantequilla de maní
En otro recipiente, añade la mantequilla de maní, el azúcar glas y la sal (si corresponde). Mezcla con una espátula o una cuchara hasta lograr una crema suave y bien integrada.
Saca el molde del refrigerador y reparte el relleno sobre cada base de galleta. Puedes alisar la superficie con el dorso de una cuchara para que quede nivelado.
Vuelve a colocar el molde en el refrigerador durante unos minutos para que el relleno tome firmeza antes de aplicar la cobertura de chocolate.
Paso 3: Preparar la cobertura de chocolate
Coloca las chispas de chocolate y el aceite de coco (o la mantequilla) en un recipiente apto para microondas. Caliéntalo en intervalos de 30 segundos, removiendo entre cada uno, hasta que el chocolate esté completamente derretido y brillante.
Una vez listo, vierte una capa delgada de chocolate derretido sobre el relleno de mantequilla de maní, cubriéndolo por completo. Usa una cuchara para alisar la superficie si lo deseas.
Paso 4: Refrigerar y servir
Lleva el molde al refrigerador durante al menos una hora o hasta que el chocolate se haya endurecido por completo.
Cuando estén listas, retira con cuidado las tazas de chocolate de los capacillos o moldes. ¡Y a disfrutar!
Consejos Adicionales
🔹 ¿Te gustan las texturas con un toque crujiente? Añade algunas nueces trituradas (como cacahuates, almendras o avellanas) al relleno de mantequilla de maní.
🔹 Si prefieres un sabor más dulce y suave, sustituye el chocolate negro por chocolate con leche.
🔹 Para conservarlas, guarda tus tazas de chocolate con mantequilla de maní en un recipiente hermético en el refrigerador. Se mantienen perfectas hasta por una semana. También puedes congelarlas y disfrutar más adelante.
Un Capricho que Siempre Gusta
Estas tazas caseras de chocolate con mantequilla de maní son tan sencillas de preparar que se convertirán en un básico de tu recetario dulce. Ya sea que las hagas para una fiesta, como regalo especial o simplemente para darte un gusto, su sabor te conquistará desde el primer bocado.
¿Te animas a probarlas? ¡Cuéntame cómo te quedaron o si les diste tu toque personal!