Salsa de chile para hot dogs casera
1. En una sartén grande a fuego medio, cocina la carne molida y la cebolla juntas, desmenuzando la carne con una cuchara, hasta que la carne esté dorada y la cebolla esté traslúcida.
2. Añade el ajo picado a la sartén y cocina por un minuto más, hasta que esté fragante.
3. Escurre el exceso de grasa de la sartén y devuelve la mezcla de carne al fuego.
4. Incorpore la salsa de tomate, el agua, el chile en polvo, el comino, el pimentón, la pimienta de cayena, la sal y la pimienta negra a la mezcla de carne. Mezcle hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
5. Lleve la mezcla a fuego lento, luego reduzca el fuego y déjela cocinar sin tapar durante 20 minutos, revolviendo ocasionalmente.
6. Añade la salsa Worcestershire, el azúcar moreno y la mostaza amarilla. Revuelve bien y continúa cocinando a fuego lento durante otros 10 minutos o hasta que la salsa espese hasta alcanzar la consistencia deseada.
7. Pruebe y ajuste los condimentos si es necesario. Retire del fuego y la salsa de chile estará lista para servir sobre sus hot dogs favoritos.
Variaciones y consejos:
Para aquellos que prefieren una salsa de chile más abundante, se puede agregar media taza de frijoles rojos o pintos durante el paso
4. Si en su mesa se encuentra con amantes del picante, considere incorporar un jalapeño finamente picado o una pizca más de cayena para aumentar el nivel de picante.
Por otro lado, si su objetivo es una salsa más suave, puede reducir u omitir la cayena y el chile en polvo para satisfacer los paladares más sensibles.
Para ahorrar tiempo, la salsa se puede preparar con anticipación y se congela de maravilla, así que no dudes en duplicar la cantidad y guardar la mitad para el próximo evento. Cuando estés listo para servir, simplemente descongélala durante la noche en el refrigerador y caliéntala suavemente en la estufa o en una olla de cocción lenta para mantener la temperatura durante toda la reunión.
Experimente con diferentes tipos de carne molida, como pavo o cerdo, para darle un toque diferente a la salsa tradicional a base de carne, teniendo en cuenta que esto puede alterar el sabor y el contenido de grasa, y por lo tanto potencialmente también cambiar levemente el tiempo de cocción.
Recuerde los principios básicos de seguridad: asegúrese de que todos los productos cárnicos se cocinen a la temperatura interna adecuada y de que guarde las sobras dentro de las dos horas posteriores a su servicio a una temperatura de enfriamiento segura. ¡Disfrute preparando este clásico reconfortante!