Preparación:
1. Preparar las frutas
Coloca los gajos y rodajas de mandarina, kiwi, caqui, pomelo, manzana y plátano en un bol grande o en platos individuales, asegurando una distribución armoniosa.
2. Preparar la mezcla de agar-agar
En un cazo pequeño, mezcla el agar-agar con los 50 ml de agua y deja reposar durante 3-5 minutos. Luego, calienta a fuego medio removiendo constantemente hasta que se disuelva por completo. Retira del fuego y reserva.
3. Calentar la mezcla de leche
En otro cazo, calienta suavemente la leche junto con la leche condensada, sin llegar a hervir. Cuando esté caliente, incorpora la mezcla de agar-agar disuelta y remueve bien hasta obtener una consistencia homogénea.
4. Integrar la nata agria o el yogur
Retira del fuego y deja que la mezcla repose unos minutos. Si usas yogur, asegúrate de que esté a temperatura ambiente para evitar que se corte. Incorpora la nata agria o el yogur y mezcla hasta obtener una textura uniforme.
5. Montar y refrigerar
Vierte la mezcla de leche sobre las frutas dispuestas en los platos o bol. Deja reposar a temperatura ambiente hasta que comience a endurecerse y luego refrigera durante al menos 1 hora para que cuaje completamente.
6. Servir y disfrutar
Sirve el postre bien frío. Puedes decorarlo con más fruta fresca o un toque de miel para realzar su dulzura natural.
Consejos para disfrutar este postre
Este postre es ideal para terminar una comida con un toque ligero y refrescante. También es una excelente opción como merienda en días calurosos. Su textura cremosa y el equilibrio perfecto de sabores frutales lo hacen irresistible tanto para niños como para adultos.
¡Disfruta de esta delicia saludable y fácil de preparar!