Preparación
Paso 1: Preparar el pollo
Limpia bien las pechugas de pollo y córtalas en tiras o cubos del mismo tamaño para una cocción uniforme. Sazona con sal, pimienta y, si deseas, una pizca de paprika.
Paso 2: Dorar el pollo
En una sartén grande o cacerola, calienta la mantequilla (o aceite) a fuego medio-alto. Agrega el pollo y cocina hasta que esté dorado por fuera. No es necesario que esté completamente cocido, ya que terminará de cocinarse en la salsa. Retira y reserva.
Paso 3: Sofreír la cebolla y el ajo
En la misma sartén, agrega un poco más de mantequilla si es necesario. Sofríe la cebolla picada durante 2–3 minutos hasta que esté transparente. Luego añade el ajo picado y cocina 1 minuto más.
Paso 4: Preparar la base cremosa
Baja el fuego. Agrega la harina (si decides usarla) y mezcla bien para formar una especie de roux. Cocina por 1 minuto para quitar el sabor a crudo. Luego, vierte lentamente la leche sin dejar de mezclar, y enseguida agrega la crema de leche. Remueve bien hasta obtener una salsa suave.
Paso 5: Sazonar y cocinar
Añade el caldo concentrado (o cubito disuelto), la nuez moscada y, si deseas, la mostaza. Mezcla bien y regresa el pollo a la sartén. Cocina todo junto a fuego medio durante 10–12 minutos o hasta que la salsa espese y el pollo esté bien cocido por dentro.
Paso 6: Finalizar y servir
Prueba y ajusta de sal y pimienta. Apaga el fuego y espolvorea con perejil fresco picado. Sirve caliente.
Variación
Pollo a la crema con champiñones: Agrega champiñones laminados junto con la cebolla.
Versión con queso: Añade 1/2 taza de queso rallado a la salsa para un sabor más intenso.
Con espinacas: Incorpora un puñado de espinacas frescas al final para un toque verde y nutritivo.
Pollo a la crema con pasta: Sirve sobre fettuccine o penne para una versión estilo Alfredo.
Toque picante: Añade una pizca de chile en polvo o pimienta cayena a la crema.
Nota de Cocina
Puedes sustituir la crema de leche por yogur griego natural si deseas una versión más ligera.
Si prefieres una salsa más espesa, usa la harina o cocina a fuego lento por más tiempo para reducir la crema.
Usa pechuga si deseas un resultado magro, pero los muslos de pollo también quedan excelentes, más jugosos y sabrosos.
Sugerencias para Servir
Con arroz blanco: El clásico acompañamiento. El arroz absorbe perfectamente la salsa.
Con puré de papas: Ideal para una comida reconfortante.
Con pasta: Para una versión rápida de pasta con pollo a la crema.
Con pan crujiente: Para mojar y no perder ni una gota de salsa.
Con ensalada fresca: Para equilibrar el plato con algo ligero y crujiente.
Consejos
No cocines el pollo demasiado tiempo o se volverá seco, especialmente si usas pechuga.
Usa crema espesa para una textura más lujosa y rica.
Si la salsa se espesa demasiado, agrega un poco más de leche hasta alcanzar la consistencia deseada.
Puedes congelar porciones sin problema. Para recalentar, hazlo a fuego lento para evitar que la crema se corte.
Esta receta es perfecta para preparar con anticipación. Incluso mejora al día siguiente.
Tiempo de Preparación: 10 minutos
Tiempo de Cocción: 20 minutos
Tiempo Total: 30 minutos
Información Nutricional (por porción, estimado para 4 porciones)
Calorías: 320 kcal
Proteínas: 28 g
Sodio: 380 mg
Grasas: 20 g
Carbohidratos: 6 g
Azúcares: 2 g
Colesterol: 85 mg
Los valores pueden variar según los ingredientes usados y la porción servida.
FAQs
¿Puedo usar crema vegetal o sin lactosa?
Sí, hay cremas a base de soya, avena o arroz que funcionan muy bien para esta receta.
¿Es necesario usar harina?
No es imprescindible. Puedes espesar reduciendo la crema a fuego lento o añadiendo queso.
¿Se puede congelar?
Sí. Deja enfriar, guarda en recipiente hermético y congela por hasta 1 mes.
¿Qué tipo de pollo es mejor?
La pechuga es más ligera, pero los muslos son más jugosos y sabrosos.
¿Con qué se puede sustituir la crema?
Con yogur griego natural, queso crema light o leche evaporada.
Conclusión
El pollo a la crema es una receta clásica, fácil y llena de sabor que nunca falla. Su textura suave y su salsa cremosa lo convierten en un plato reconfortante y muy versátil, que puedes adaptar según tus gustos o ingredientes disponibles.
Perfecto para cualquier época del año y para todos los niveles de cocina, este plato demuestra que con ingredientes simples se pueden lograr resultados extraordinarios. Prepáralo hoy mismo y conquista todos los paladares con esta delicia cremosa que siempre pide repetición.