Instrucciones
1. Preparar la masa
En un recipiente pequeño, mezcla el agua tibia, el azúcar y la levadura. Deja reposar durante 5 minutos hasta que se forme espuma.
En un bol grande, combina la harina, la sal, el aceite de oliva y la mantequilla derretida.
Agrega la mezcla de levadura y amasa durante 8-10 minutos hasta obtener una textura suave.
Cubre con un paño y deja reposar durante aproximadamente 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.
2. Cocinar la carne
En una sartén a fuego medio, cocina la carne molida hasta que esté dorada.
Agrega la sal, pimienta, ajo en polvo, cebolla en polvo, orégano y hojuelas de pimiento rojo.
Cocina por 5-7 minutos, remueve bien y escurre el exceso de grasa. Reserva.
3. Preparar la salsa
En una cacerola, calienta los tomates triturados, la pasta de tomate, la albahaca, el orégano, el ajo, el azúcar, la sal y la pimienta a fuego medio.
Cocina a fuego lento durante 10 minutos, revolviendo ocasionalmente.
4. Montar la pizza
Precalienta el horno a 220°C (425°F).
Engrasa un molde profundo y presiona la masa de manera uniforme en el fondo y los lados.
Agrega una capa de queso mozzarella, luego la carne molida cocida.
Vierte la salsa de tomate sobre la carne y distribuye uniformemente.
Completa con las rodajas de pepperoni, los jalapeños y el queso parmesano.
5. Hornear y servir
Hornea durante 25-30 minutos, o hasta que la corteza esté dorada y el queso burbujee.
Deja reposar por 5 minutos antes de cortarla.
¡Sírvela caliente y disfruta de una auténtica pizza de base profunda!
Conclusión
Esta pizza de base profunda para amantes de la carne es una auténtica experiencia gastronómica. Su corteza crujiente por fuera y suave por dentro, combinada con el queso derretido, el pepperoni picante y la carne sazonada, hacen de cada bocado una delicia.
Ya sea para una ocasión especial o simplemente para darte un capricho, esta receta te hará sentir como si estuvieras disfrutando de una auténtica pizza estilo Chicago en casa. ¡Anímate a probarla y sorprende a todos con esta maravilla culinaria!