Patatas rellenas sin freír: una guarnición rica y deliciosa

Cocinar las patatas: Lavar bien las patatas y hervirlas en abundante agua con sal durante unos 30-40 minutos, hasta que estén blandas pero no deshechas. También puedes hornearlos en el horno para obtener un sabor aún más rico: simplemente envuélvelos en papel de aluminio y hornéalos a 180°C durante unos 45 minutos, dándoles la vuelta a la mitad de la cocción.
Prepara el relleno: Una vez cocidas las patatas, déjalas enfriar. Luego corta la parte superior de cada papa, creando una “tapa”, y con la ayuda de una cuchara, vacíalas suavemente, dejando aproximadamente 1 cm de borde.
Prepara el relleno: En una sartén, sofreír la cebolla finamente picada con aceite de oliva y mantequilla hasta que esté blanda y dorada. Si desea agregar jamón cocido o tocino, agréguelo en este punto, dorándolo durante unos minutos.
Mezcla el relleno: Toma la pulpa de las patatas que has vaciado y tritúrala con un tenedor. Agrega la cebolla salteada (con jamón o tocino), el queso rallado, la leche (si quieres un relleno más cremoso) y sazona con sal y pimienta. Mezcle bien hasta que quede suave.
Relleno y cocción: Rellena las patatas vacías con la mezcla, presionando ligeramente para que se adhieran bien. Vuelva a colocar las “tapas” encima y coloque las papas rellenas en una fuente para hornear ligeramente untada con aceite.
Horneado en el horno: Hornee en un horno precalentado a 180°C durante unos 20-25 minutos, hasta que la superficie de las patatas esté dorada y crujiente. Si te gusta una corteza más crujiente, puedes rallar un poco de queso por encima antes de meterlos en el horno.
Servicio: Una vez cocidas, saca las patatas rellenas del horno y sírvelas calientes, quizás adornadas con un poco de perejil fresco picado.