5. Coloca la masa sobre una superficie limpia y ligeramente enharinada. Amasa durante unos 10 minutos, hasta que la masa esté suave, elástica y no se pegue a las manos.
6. Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente enharinado. Cubre con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora o hasta que la masa haya duplicado su volumen.
7. Tras el primer levado, divide la masa en porciones de tamaño uniforme. Forma bollos alargados y colócalos en una bandeja de horno enharinada o con papel de hornear.
8. Deja reposar los bollos formados durante unos 30 minutos para que suban un poco más.
9. Mientras tanto, precalienta el horno a 220°C. Si lo deseas, coloca un recipiente con agua en la parte inferior del horno para crear vapor, lo que ayudará a que el pan se dore mejor.
10. Haz unos cortes diagonales en la parte superior de cada bollo con un cuchillo afilado para darles la forma característica del pan francés.
11. Hornea los panes durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén dorados y suene hueco al golpear ligeramente la base.
12. Una vez horneados, saca los panes del horno y déjalos enfriar en una rejilla.