Nunca había intentado cocinar salchichas de esta manera antes, pero ¡vaya, qué cambio de juego!
Precalienta el horno a 175 °C (350 °F).
En una sartén grande apta para horno o en una olla holandesa, calienta el aceite de oliva y la mantequilla a fuego medio.
Agrega las cebollas en rodajas y cocina, revolviendo de vez en cuando, hasta que estén blandas y doradas, aproximadamente de 20 a 25 minutos. Este lento proceso de caramelización resalta la dulzura natural de las cebollas.
Agrega el ajo picado y cocina durante otros 2 a 3 minutos hasta que desprendan su aroma.
Coloca las salchichas entre las cebollas en la sartén.
Vierte la cerveza y el caldo de res en la sartén, asegurándote de que las salchichas estén casi cubiertas por el líquido. Agrega la mostaza de Dijon y sazona con sal y pimienta a gusto.
Lleva la mezcla a hervor lento en la estufa, luego transfiere la sartén al horno precalentado.
Hornea, sin tapar, durante 30 a 40 minutos, o hasta que las salchichas estén bien cocidas y hayan absorbido los ricos sabores del líquido de estofado.
Si lo deseas, decora con perejil fresco picado antes de servir.
Variaciones y consejos
Para darle un toque diferente, puedes agregar pimientos morrones en rodajas junto con las cebollas para darle un toque extra de color y sabor. Si prefieres un toque más picante, usa una cerveza con más lúpulo, como una IPA, o agrega una pizca de hojuelas de pimiento rojo. Para quienes disfrutan de un toque dulce, prueba agregar una cucharada de azúcar morena a las cebollas durante la caramelización. Y recuerda, si te sobra algo, estas salchichas con cerveza son un excelente complemento para sándwiches o se pueden cortar en rodajas y servir sobre pasta para otra comida reconfortante.