Preparación paso a paso
1. Precalienta el horno
Lleva el horno a 190 °C (375 °F) y engrasa muy bien un molde para 12 muffins. Puedes usar mantequilla, aceite o spray antiadherente. Esto ayuda a que se doren perfectamente y no se peguen.
2. Mezcla los ingredientes líquidos
En un bol grande, bate los huevos junto con la leche tibia y la mantequilla derretida. La mezcla debe quedar homogénea y sin grumos.
3. Une los ingredientes secos
En otro recipiente, mezcla la harina, la maicena, el polvo para hornear, la sal y el ajo en polvo (si decides usarlo). Luego, incorpora poco a poco esta mezcla seca al bol de líquidos, removiendo suavemente hasta obtener una masa lisa.
4. Añade el queso
Agrega el queso rallado a la mezcla y revuelve con cuidado, solo lo necesario para que se reparta de manera uniforme. No sobre mezcles.
5. Llena los moldes
Vierte la masa en los moldes, llenando cada espacio hasta aproximadamente ¾ de su capacidad. Deja espacio para que los muffins crezcan en el horno.
6. Hornea
Lleva el molde al horno y hornea durante 20 a 25 minutos, o hasta que los muffins estén doraditos y al insertar un palillo, este salga limpio.
7. Enfría y sirve
Una vez listos, deja que reposen unos 5 minutos antes de desmoldarlos. Lo ideal es servirlos aún tibios… ¡su aroma y textura serán irresistibles!
Conclusión
Estos muffins de queso son una maravilla casera: sencillos, sabrosos y muy versátiles. Perfectos para toda ocasión, desde un desayuno rápido hasta un acompañamiento elegante. También puedes congelarlos y recalentarlos cuando quieras algo rico sin complicaciones.
Prepara una tanda y deja que el aroma del queso derretido y la textura esponjosa te conquisten. ¡Te aseguro que no podrás comer solo uno!