¡Me encanta esta versión mini de esta receta porque puedo comer más de ella a lo largo del día!

Paso 1: En un bol grande, combina el azúcar en polvo y la mantequilla de maní y bate hasta que quede una mezcla homogénea.
Forma picos firmes batiendo la crema espesa y el extracto de vainilla en un plato aparte. Bate suavemente, pero no demasiado vigorosamente.
Combina la mantequilla de maní y la crema batida incorporándolas suavemente. Para que el relleno sea más ligero, es mejor que la crema batida conserve un poco de aire.
Divide el relleno entre las pequeñas cortezas de galletas graham y colócalas con una cuchara sobre la parte superior. Para que la parte superior quede homogénea, utiliza una espátula.
Para asegurarte de que el relleno se asiente, enfría las tartas en el frigorífico durante al menos dos horas.
Si lo deseas, puedes cubrirlas con pequeñas tazas de mantequilla de maní o virutas de chocolate cuando llegue el momento de servir.