La receta de unos tiernos y deliciosos bollitos de chocolate
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- Prepara los huevos: separa las claras de las yemas. Con una batidora eléctrica, bate las claras a velocidad alta hasta que se formen picos firmes.
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- Mezclar las yemas y el azúcar: batir las yemas con el azúcar glas hasta que la mezcla quede suave y esponjosa. Incorporar suavemente las yemas a las claras batidas, con movimientos ascendentes para mantener el volumen de la mezcla.
- Tamizar y mezclar los ingredientes secos: tamizar juntos el cacao en polvo, la harina y una pizca de sal. Agregar gradualmente esta mezcla a la mezcla de huevos, batiendo hasta que se integren bien.
- Hornear la masa: Forrar un molde rectangular para horno (de unos 35 por 26 centímetros) con papel de horno. Extender la masa de manera uniforme con una espátula hasta formar un rectángulo parejo. Hornear en horno estático precalentado a 200°C durante 8 minutos.
- Enfriar la masa: retira la masa del horno y colócala sobre una hoja limpia de papel de horno. Retira con cuidado el papel de horno y enrolla la masa por el lado más corto mientras aún esté tibia. Envuelve la masa enrollada en papel de horno y déjala enfriar durante al menos 60 minutos.
- Prepara el relleno: bate la nata azucarada hasta que forme picos suaves. Incorpora el mascarpone y el extracto de vainilla hasta que la mezcla quede homogénea y bien mezclada.
- Rellenar y estirar la masa: Una vez que la masa se haya enfriado, desenrollarla con cuidado. Extender la crema de mascarpone uniformemente sobre la superficie con una espátula. Volver a estirar la masa y refrigerar durante al menos dos horas.
- Recubrimiento de chocolate: Coloque el panecillo sobre una rejilla sobre un plato hondo. Derrita el chocolate negro en el microondas o a baño maría. Vierta el chocolate derretido sobre el panecillo, asegurándose de que quede completamente cubierto. Adorne con chips de chocolate y refrigérelo durante al menos una hora para que se asiente el recubrimiento de chocolate.
- Sirva y guarde: recorte los bordes del panecillo y colóquelo en una fuente para servir con una espátula. ¡Disfrute de sus tiernos y deliciosos panecillos de chocolate! Guarde las sobras en el refrigerador, envueltas en film transparente o en un recipiente hermético, hasta por dos días.
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