Consejo: asegúrese de que el agua esté tibia, no caliente, para evitar matar la levadura.
2️⃣ Mezcla la masa.
Agrega la harina común y la sal a la mezcla de levadura. Revuelve con una cuchara o espátula hasta que todo esté bien integrado. La masa estará pegajosa, ¡es completamente normal!
¡No necesita amasarse! La masa desarrollará gluten naturalmente al levar.
3️⃣ Primer levado
Cubre el recipiente con un paño de cocina limpio o film transparente y déjalo reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.
Lugares ideales para levantarse:
Una encimera cálida
cerca de una ventana soleada.
Dentro del horno con la luz encendida (asegúrate de que el horno esté apagado).
4️⃣ Forma y segundo levado.
Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, engrasa ligeramente un molde para pan de 23×13 cm con aceite o aerosol antiadherente. Transfiere la masa al molde, alisando suavemente la superficie. Deja levar de nuevo durante 30 minutos hasta que se hinche ligeramente por encima de los bordes del molde.
5️⃣ Horneado perfecto.
Precalienta el horno a 190 °C (375 °F). Hornea el pan de 30 a 35 minutos o hasta que adquiera un bonito color dorado por encima.
Consejo: Golpee la parte superior del pan: si suena hueco, ¡está listo!
6️⃣ Enfriar y disfrutar.
Saca el pan del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10 minutos. Luego, pásalo a una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo. Esto ayuda a que la textura se asiente correctamente y evita que se vuelva gomoso.
¡Ahora, corta y disfruta tu pan de sándwich casero!