¡La familia no se cansaba! En la próxima tanda, haré una receta doble.
Precalienta el horno a 190 grados Celsius (375 grados Fahrenheit). Engrasa ligeramente una bandeja para hornear o cúbrela con papel pergamino.
Desenrolla la masa de pizza sobre una superficie enharinada y estírala hasta formar un rectángulo de aproximadamente 38 x 25 cm (15 x 10 pulgadas).
Esparce la salsa marinara de manera uniforme sobre la masa, dejando un pequeño borde alrededor de los bordes.
Espolvorea el queso mozzarella rallado de manera uniforme sobre la salsa marinara.
Distribuye el pepperoni en rodajas de manera uniforme sobre la capa de queso.
Comenzando por uno de los lados más largos, enrolla con cuidado la masa hasta formar un rollo apretado. Pellizca la costura para sellar.
Con un cuchillo afilado, corta el rollo en 12 rebanadas iguales. Coloca las rebanadas con el lado cortado hacia arriba en la bandeja para hornear preparada.
Pincela la parte superior de los rollos con la mantequilla derretida, luego espolvorea con ajo en polvo, condimento italiano y queso parmesano rallado.
Hornea en el horno precalentado durante 15 a 20 minutos, o hasta que los rollos estén dorados y el queso burbujee.
Deja que los rollitos se enfríen un poco antes de servirlos tibios con salsa marinara adicional para mojar.
Variaciones y consejos
No dudes en experimentar con diferentes rellenos para adaptarlos a tu gusto. Prueba a añadir pimientos morrones picados, champiñones o aceitunas para una versión repleta de verduras. Para darle un toque más picante, utiliza pepperoni picante o añade hojuelas de pimiento rojo triturado a la capa de queso. Para darle un toque de queso, sustituye un poco de mozzarella por gouda o provolone. Para que estos rollitos sean aún más deliciosos, úntalos con mantequilla de ajo justo después de sacarlos del horno.