¡He estado haciendo esto durante años y siempre recibo toneladas de elogios!
Comience precalentando el horno a 350 °F y engrasando ligeramente un molde para hornear de 9×13 pulgadas.
Bate los huevos en un tazón grande hasta que estén espumosos, creando una base esponjosa para los cuadrados.
Mezcle los quesos Monterey Jack y Cheddar con los huevos hasta que se combinen.
En un recipiente aparte, tamice juntos la harina, el polvo para hornear y la sal, luego incorpore esta mezcla seca a la mezcla de huevo y queso para mantener su textura aireada.
Incorpore la mantequilla derretida y la leche a la mezcla hasta humedecer, formando una masa agradable.
Incorpore suavemente los chiles verdes para garantizar una distribución uniforme en todos los cuadrados.
Vierta y extienda la masa uniformemente en el plato preparado, alisando la parte superior.
Hornee durante 35 a 45 minutos, hasta que esté dorado y cuajado, evocando la belleza de una puesta de sol.
Dejar enfriar un poco, luego cortar en cuadritos y servir caliente, observando cómo se desvanecen con deleite.
Variaciones y consejos:
Condimente las comidas con hojuelas de pimiento rojo triturado o jalapeño picado.
Para una versión más abundante, incorpore tocino cocido desmenuzado o jamón cortado en cubitos.
Para satisfacer diferentes gustos, ajuste la cantidad de chile verde o prepare una porción sin él.
Estos cuadrados se congelan bien y son perfectos para bocadillos rápidos o como guarnición para más adelante.
Asegúrese de que los chiles verdes estén bien escurridos para mantener la textura perfecta.
Con estos cuadrados de queso y chile verde, no solo estás sirviendo un plato, sino que estás compartiendo un sincero gesto de amor y calidez. Sumérgete en esta receta simple pero llena de sabor y observa cómo se convierte en un nuevo favorito en tu mesa. ¡Disfruta del proceso de preparar y saborear cada bocado!