¡Hago esto una vez a la semana en nuestra casa!
Instrucciones:
Prepara las albóndigas: en un bol, mezcla el pollo molido, la harina de almendras, el huevo, el ajo picado, la sal y la pimienta hasta que estén bien combinados. Forma la mezcla en pequeñas albóndigas.
Cocina las albóndigas: en una sartén, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega las albóndigas y cocina hasta que se doren por todos lados y estén bien cocidas, aproximadamente de 7 a 8 minutos. Retira de la sartén y reserva.
Prepara la salsa Alfredo: en la misma sartén, agrega crema espesa, mantequilla y una pizca de sal y pimienta. Deja hervir a fuego lento.
Agrega el queso: agrega queso parmesano rallado a la sartén y revuelve hasta que se derrita y la salsa esté cremosa.
Combina y cocina a fuego lento: regresa las albóndigas cocidas a la sartén con la salsa Alfredo, revolviendo para cubrirlas. Cocina a fuego lento durante 2 a 3 minutos más para calentar las albóndigas.
Sirve: sirve las albóndigas con el acompañamiento que elijas, como brócoli al vapor o una ensalada verde.
Variaciones y consejos:
Condimentos: para que las albóndigas tengan más sabor, añada condimento italiano o hojuelas de pimiento rojo a la mezcla de carne.
Cómo añadir verduras: considere añadir espinaca o calabacín picado a la salsa Alfredo para que sea más nutritiva y tenga más color.
Opción sin lácteos: utilice crema de coco y levadura nutricional en lugar de crema espesa y queso parmesano para una alternativa sin lácteos.
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Sugerencias para servir:
Combine este plato con brócoli al vapor, una ensalada verde o verduras asadas para obtener una comida equilibrada y baja en carbohidratos.
Para quienes no controlan su consumo de carbohidratos, sirva las albóndigas con pasta tradicional o con pan con ajo como acompañamiento.
Estas albóndigas de pollo Alfredo bajas en carbohidratos no solo son deliciosas, sino también versátiles, ya que permiten realizar diversas modificaciones para adaptarse a diferentes preferencias y necesidades dietéticas. Seguro que será un éxito tanto entre adultos como entre niños. ¡Disfrútelas!