¡estos buñuelos esponjosos con solo 7 ingredientes que te dejarán sin aliento!
Paso 1: Prepara la Masa En un tazón grande, tamiza la harina, el polvo de hornear, el azúcar y la sal. Mezcla bien los ingredientes secos para asegurarte de que estén distribuidos uniformemente.
En otro tazón, bate los huevos con la leche y el extracto de vainilla hasta que estén bien combinados. Poco a poco, incorpora los ingredientes líquidos en los secos, batiendo hasta obtener una masa suave y sin grumos. La mezcla debe tener una consistencia más espesa que la de una masa para panqueques, pero lo suficientemente suave como para verterse con una cuchara.
Paso 2: Calienta el Aceite En una sartén profunda o en una freidora, calienta el aceite a 180°C (350°F). Es importante que el aceite esté a la temperatura adecuada para que los buñuelos se frían de manera uniforme y queden dorados y esponjosos por fuera, sin absorber demasiado aceite.
Paso 3: Fríe los Buñuelos Con una cuchara, toma porciones de la masa y viértelas con cuidado en el aceite caliente. Fríe los buñuelos en pequeños lotes para evitar que se amontonen. Cocina cada buñuelo durante unos 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y bien inflados. Usa una espumadera para retirar los buñuelos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Paso 4: Decora y Sirve Una vez que los buñuelos estén fritos y bien escurridos, espolvorea azúcar glas por encima para darles un toque dulce. También puedes servirlos con miel o jarabe de arce para un sabor aún más delicioso. Sirve los buñuelos calientes, ya que es cuando están más esponjosos y deliciosos