Pasos de preparación
1. Preparar el calabacín
Comenzamos lavando y cortando el calabacín en rodajas finas. Si el calabacín está muy aguado, puedes remojarlo con un poco de sal durante 10 minutos y luego secarlo con toallas de papel.
2. Dore las verduras
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva. Sofreír la cebolla finamente picada y el ajo picado hasta que estén transparentes. Luego agrega el calabacín y cocínalo a fuego medio durante 10 a 15 minutos, hasta que esté tierno y ligeramente dorado. Condimentar con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.
3. Preparar la mezcla para gratinar
En un bol batir los huevos con la crema fresca. Añade la mitad del queso rallado y ajusta el condimento. Esta mezcla cremosa unirá el calabacín y le dará una textura fundente al gratinado.
4. Montar el gratinado
Precalentar el horno a 180°C (marca de gas 6). En una fuente ligeramente aceitada, coloca una primera capa de calabacín y luego vierte un poco de mezcla por encima. Repita hasta que se quede sin ingredientes. Espolvoree la parte superior con el queso rallado restante, parmesano y posiblemente un poco de pan rallado para obtener una corteza dorada y crujiente.
5. Cocinar
Hornee el plato durante unos 30 a 35 minutos. El gratinado debe quedar dorado por encima y la crema debe estar ligeramente cuajada. Dejar reposar durante 5 minutos antes de servir.
Consejos y variaciones
Para una versión más ligera : sustituya la crema fresca por yogur natural o queso blanco.
Más sabor : Añade algunas hierbas como tomillo, romero o cebollino a la mezcla para gratinar.
Versión vegetariana completa : agregue proteínas de origen vegetal como lentejas rojas cocidas o tofu desmenuzado.
Gratinado más rico : agregue papas cortadas en rodajas precocidas para obtener un gratinado más abundante.
¿Por qué acompañar este gratinado con un Guiso de Ternera con Patatas y Zanahoria?
El guiso de carne con patatas y zanahoria es un plato de cocción lenta y rico en sabor, ideal para los días fríos. La cremosidad de la salsa y la ternura de la carne combinan a la perfección con la ligereza y textura fundente del gratinado de calabacín.
Este dúo es perfecto para una comida completa, ofreciendo diversidad de texturas: