Si alguna vez te has preguntado cómo lograr unas patatas fritas doradas y crujientes por fuera pero suaves por dentro, hoy estás de suerte. En este artículo descubrirás un método sencillo y efectivo que cambiará para siempre tu forma de cocinar patatas fritas. El secreto está en un ingrediente que seguro ya tienes en casa: el vinagre blanco.
¿Por qué el vinagre?
Evitar que las patatas queden aceitosas y blandas puede parecer una misión imposible, pero con este truco de cocina, todo cambia. El vinagre blanco actúa como un aliado silencioso que ayuda a mantener la forma y textura de las patatas durante la fritura, reduciendo la absorción de grasa y mejorando el crujiente.
Ingredientes:
Agua fría
Patatas (de preferencia harinosas como las tipo Russet)
Aceite vegetal para freír
1 cucharada colmada de maicena
2 cucharadas de vinagre blanco
Paso a paso para unas patatas fritas perfectas:
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