Preparación y uso:
Mezcla todos los ingredientes en un recipiente hasta formar una pasta homogénea.
Forma pequeñas bolitas o coloca pequeñas porciones de la mezcla en tapitas de botellas.
Ubica las trampas en las zonas problemáticas, como rincones de la cocina, debajo del fregadero, detrás de electrodomésticos y en lugares donde veas rastros de insectos.
Reemplaza las trampas cada 2-3 días hasta que desaparezcan por completo.
¿Por qué funciona?
El azúcar o la leche condensada atraen a las cucarachas y hormigas.
El bicarbonato de sodio les provoca gases que no pueden expulsar, causando su eliminación.
La pasta de dientes contiene flúor y otros compuestos que resultan tóxicos para ellas.
Consejos adicionales para evitar que regresen:
Mantén la cocina limpia y sin restos de comida.
Sella grietas y rendijas por donde puedan entrar.
Usa hojas de laurel o vinagre como repelente natural.
No dejes platos sucios durante la noche ni fuentes de agua accesibles.
Este método casero es económico, seguro y muy eficaz. ¡Prueba este truco y dile adiós a las plagas de una vez por todas!