Preparación:
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Precalentar el horno:
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A 180 °C (350 °F). Coloca capacillos en un molde para cupcakes.
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Mezcla líquida:
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En un bowl, bate los huevos con la leche condensada, la mantequilla derretida y la vainilla hasta integrar bien.
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Incorpora secos:
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Tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal. Agrégalo a la mezcla anterior y mezcla suavemente hasta que no queden grumos. No sobrebatas.
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Llenar moldes:
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Rellena cada capacillo hasta ¾ de su capacidad.
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Hornear:
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Hornea por 18 a 22 minutos o hasta que al insertar un palillo, salga limpio.
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Enfriar:
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Deja enfriar sobre una rejilla antes de decorar o comer.
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Opcionales para subir el nivel:
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Agrega chips de chocolate, ralladura de limón, coco rallado o un centro relleno de dulce de leche o nutella.
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Para decorarlos, podés hacer un frosting suave con crema chantilly o con queso crema y un toque de leche condensada (queda increíble).
¿Querés que te dé una idea de cobertura o frosting para que combinen perfecto? ¿O preferís una versión sin horno también?