Método de preparación
Preparar el relleno: En una sartén, derrite la mantequilla y sofríe la cebolla hasta que esté transparente. Añade el pollo desmenuzado y mezcla bien.
Espesar la mezcla: Agrega la harina y cocina durante 2 minutos. Poco a poco, incorpora la leche mientras remueves constantemente para evitar grumos. Cocina hasta que la mezcla espese. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada.
Enfriar y dar forma: Retira la mezcla del fuego y deja enfriar. Una vez fría, forma cilindros o bolas pequeñas con la masa.
Empanizar: Pasa cada croqueta por huevo batido y luego cúbrela completamente con pan rallado.
Freír: Calienta aceite en una sartén profunda y fríe las croquetas hasta que estén doradas y crujientes. Escúrrelas en papel absorbente.
Consejos para servir y almacenar
Servir: Acompaña las croquetas con salsas como alioli, mostaza o salsa barbacoa.
Almacenamiento: Guarda las croquetas cocidas en el refrigerador por hasta 3 días o congélalas crudas y empanizadas por hasta 3 meses.
Variantes
Vegetarianas: Sustituye el pollo por champiñones finamente picados o espinacas con queso.
De jamón y queso: Mezcla jamón picado y queso rallado para un sabor clásico.
Sin gluten: Usa harina de maíz y pan rallado sin gluten para una versión apta para celíacos.
Preguntas frecuentes
¿Cómo evitar que las croquetas se deshagan al freírlas?
Es importante que la mezcla esté completamente fría antes de darles forma y que estén bien empanizadas.
¿Puedo hornearlas en lugar de freírlas?
Sí, hornea las croquetas a 200 °C durante 20 minutos o hasta que estén doradas, rociándolas con un poco de aceite.
¿Por qué añadir nuez moscada?
La nuez moscada realza el sabor de la bechamel y le da un toque especial a las croquetas.