Croissants caseros: ¡cómo hacerlos suaves y fragantes!
Formando los croissants:
Después de leudar, transfiera la masa a una superficie enharinada y divídala en porciones de aproximadamente 50-60 g cada una.
Extienda cada porción de masa formando un círculo fino, formando croissants. Puedes rellenar los croissants con un poco de mermelada si lo deseas.
Enrolle cada círculo de masa desde el lado ancho hacia adentro, formando un croissant.
Coloca los croissants en una bandeja de horno forrada con papel de horno, dejando un poco de espacio entre ellos. Cubrir con un paño y dejar reposar otros 30-60 minutos.
Cocine los croissants:
Precalienta el horno a 180°C.
Batir ligeramente el huevo y pincelar suavemente la superficie de los croissants con el huevo batido.
Hornea los croissants en el horno precalentado durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén dorados e hinchados.
Atender:
Una vez cocidos, transfiera los croissants a una rejilla para que se enfríen un poco.
Espolvorea los croissants con azúcar glas antes de servir.
Los croissants caseros son deliciosos y se sirven calientes o a temperatura ambiente. Se pueden rellenar de mermelada, natillas o Nutella, si lo prefieres.
Estos croissants caseros son suaves, fragantes y deliciosos. Puedes disfrutarlos con una taza de café o leche para un delicioso desayuno o una merienda especial. ¡Disfrute de su comida!