Retira la cáscara de limón o naranja de la leche.
Añade poco a poco la leche caliente a la mezcla de yemas, batiendo constantemente para evitar que se cuajen los huevos.
Cocinar la crema:
Vuelve a verter la mezcla en la cacerola y cocina a fuego medio, removiendo continuamente con una espátula o batidor de mano, hasta que espese. Esto debería tomar alrededor de 2-3 minutos.
Enfriar y servir:
Una vez que la crema esté espesa y suave, retírala del fuego. Si lo deseas, puedes pasarla por un colador para asegurarte de que esté completamente lisa.
Coloca la crema en un bol y cúbrela con film transparente tocando la superficie para evitar que se forme una costra.
Deja enfriar completamente antes de usarla en tus postres.
¡Y listo! Tu crema pastelera está lista en aproximadamente 5 minutos. Perfecta para rellenar tartas, pasteles o disfrutar sola.