Cazuela de patatas y carne al horno con salsa cremosa de espinacas y champiñones

1. Prepara las patatas:
empieza pelando las patatas y cortándolas en rodajas finas de unos 6 mm de grosor. Déjalas a un lado en un bol con agua fría para evitar que se doren mientras preparas los demás ingredientes.
2. Prepara la mezcla de carne:
pon el pan en remojo en 200 ml de leche hasta que esté blando y se absorba por completo, luego exprime el exceso de leche y desmenuza el pan remojado en un bol grande.
Añade la carne picada, las hierbas provenzales, la sal, el pimentón, el huevo, el ajo picado, el eneldo picado y el perejil al bol.
Mezcla bien la carne y los condimentos hasta que todo esté bien combinado. Si te gusta un poco de picante, añade un poco de chile finamente picado a la mezcla.
Deja la mezcla de carne a un lado mientras preparas la salsa de espinacas y champiñones.
3. Prepara la salsa cremosa de espinacas y champiñones:
en una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la cebolla picada y saltea durante 2-3 minutos, o hasta que la cebolla esté blanda y traslúcida.
Añade los champiñones rebanados a la sartén y saltea durante otros 5-7 minutos, o hasta que los champiñones estén dorados y hayan soltado su humedad.
Añade las espinacas a la sartén y cocina durante 2-3 minutos, revolviendo ocasionalmente hasta que se ablanden. Si usas espinacas congeladas, asegúrate de que estén completamente descongeladas y escurridas antes de agregarlas a la sartén.
Espolvorea la harina sobre la mezcla de espinacas y champiñones y revuelve bien para combinar. Cocina durante aproximadamente 1 minuto para eliminar el sabor a harina cruda.
Agrega gradualmente la crema a la sartén, revolviendo constantemente para evitar grumos. Cocina durante 3-5 minutos, o hasta que la salsa se haya espesado.
Incorpora el queso duro rallado, el queso mozzarella y el jengibre seco. Continúa revolviendo hasta que el queso se haya derretido y la salsa esté suave y cremosa.
Retira la salsa del fuego y reserva.
4. Arma la cazuela:
Precalienta el horno a 180 °C (356 °F).
Engrasa una fuente para horno grande con un poco de mantequilla o aceite.
Comience colocando una capa de papas cortadas en rodajas en el fondo de la fuente. Sazone ligeramente la capa de papas con sal y pimienta.
Extienda la mitad de la mezcla de carne sobre las papas, presionándola suavemente hacia abajo para formar una capa uniforme.
Agregue otra capa de papas sobre la carne, seguida por la mezcla de carne restante.
Termine con una capa final de papas encima.
Vierta la salsa cremosa de espinacas y champiñones sobre la capa superior, asegurándose de que la salsa cubra las papas por completo.
5. Hornee la cazuela:
cubra la fuente para hornear con papel de aluminio y colóquela en el horno precalentado.
Hornee la cazuela durante 30 a 35 minutos, o hasta que las papas estén tiernas y la carne esté bien cocida.
Retire el papel de aluminio y hornee durante 10 a 15 minutos más, o hasta que la parte superior esté dorada y burbujeante.
Una vez horneada, deja reposar la cazuela durante 5 a 10 minutos antes de servir.
Consejos de cocina:
Preparación de las patatas: Para garantizar una cocción uniforme, corta las patatas lo más uniformemente posible. Una mandolina es una gran herramienta para obtener rodajas uniformes.
Consistencia de la salsa cremosa: Si la salsa es demasiado espesa, puedes añadir un chorrito de leche o caldo para aflojarla antes de verterla sobre la cazuela.
Opciones de queso: Siéntete libre de experimentar con diferentes tipos de queso. El cheddar, el gruyère o incluso el gouda funcionarían bien en este plato, añadiendo un sabor único.
Opciones de carne: Puedes utilizar una mezcla de carne de vacuno y cerdo para obtener más sabor, o sustituirla por pollo o pavo para una opción más ligera.
Añadir verduras: Puedes añadir verduras adicionales a la mezcla de carne, como zanahorias ralladas o pimientos morrones, para aumentar el valor nutricional del plato.
Almacenamiento:
Refrigeración: Guarda las sobras de la cazuela en un recipiente hermético en el frigorífico hasta 3 días. Vuelve a calentar en el horno o microondas antes de servir.
Congelación: Esta cazuela también se puede congelar. Una vez enfriada, envuélvala bien en film transparente y papel de aluminio. Congélela hasta por 1 mes. Para servir, descongélela durante la noche en el refrigerador y caliéntela nuevamente en el horno hasta que esté bien caliente.
Información nutricional (por porción):
Calorías: 450 kcal
Grasa: 28 g
Carbohidratos: 30 g
Proteínas: 22 g
Fibra: 4 g
Sodio: 800 mg
Tenga en cuenta que estos valores son aproximados y dependen del tamaño de las porciones y las marcas específicas de los ingredientes utilizados.

Preguntas frecuentes:
1. ¿Puedo utilizar otros tipos de carne para la cazuela?
Sí, puedes utilizar pavo o pollo molido si prefieres una opción más ligera. La receta es versátil, así que siéntete libre de experimentar con diferentes tipos de carne picada.

2. ¿Puedo preparar este plato con anticipación?
¡Por supuesto! Puedes preparar la cazuela hasta el momento de hornearla, cubrirla con papel de aluminio y refrigerarla hasta por 24 horas. Cuando esté lista para hornear, simplemente sácala del refrigerador y hornéala según las instrucciones.

3. ¿Puedo hacer este plato vegetariano?
Sí, puedes reemplazar la carne picada por carne molida de origen vegetal o aumentar la cantidad de verduras como calabacín, champiñones o pimientos morrones. La salsa cremosa y el queso seguirán aportando mucho sabor.

4. ¿Puedo añadir otras verduras a la cazuela?
¡Por supuesto! Siéntete libre de añadir verduras como zanahorias, pimientos morrones o incluso calabacines a las capas de la cazuela. Esto aumentará el contenido nutricional y aportará más sabor y textura.

5. ¿Cómo puedo asegurarme de que las patatas se cocinen correctamente?
Asegúrate de cortar las patatas en rodajas finas y uniformes para que se cocinen al mismo ritmo que la carne y la salsa. También puedes cocinar parcialmente las patatas antes de montar la cazuela para acelerar el proceso de cocción.

Conclusión:
Esta cazuela de papas y carne al horno con salsa cremosa de espinacas y champiñones es un plato delicioso, abundante y reconfortante, perfecto para cualquier ocasión. Con capas de papas tiernas, carne picada sazonada y una salsa rica y con queso, esta cazuela ofrece una combinación de sabores y texturas que hará que todos vuelvan a comer una segunda ración.

Es fácil de preparar, está llena de sabor y se puede personalizar con sus verduras o queso favoritos. Ya sea que la sirva para una cena familiar o para una ocasión especial, esta cazuela seguramente impresionará. Disfrute de este plato cálido y abundante con una ensalada o pan crujiente como acompañamiento y tendrá una comida que a todos les encantará.