Paso a paso:
1. Prepara la masa
En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo para hornear, la sal y la canela. En otro recipiente, bate la leche, los huevos, la mantequilla derretida y la vainilla. Vierte los ingredientes líquidos sobre los secos y revuelve hasta obtener una masa homogénea. Añade las manzanas picadas e intégralas con suavidad.
2. Calienta el aceite
En una sartén profunda o cacerola gruesa, calienta entre 5 y 7 cm de aceite vegetal hasta alcanzar los 175 °C (350 °F). Es ideal usar un termómetro de cocina para mantener la temperatura adecuada.
3. Fríe los buñuelos
Con la ayuda de una cuchara grande, echa porciones de masa en el aceite caliente. Fríe de 2 a 3 buñuelos por tanda para evitar que se peguen. Cocina durante 2 o 3 minutos por cada lado, hasta que estén bien dorados. Usa unas pinzas o espumadera para darles la vuelta con cuidado.
4. Escurre el exceso de aceite
Saca los buñuelos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Deja que se enfríen ligeramente antes de servir o glasear.
5. Añade el glaseado (opcional)
Mezcla el azúcar glas con la leche y la vainilla hasta obtener una mezcla suave. Puedes rociar el glaseado sobre los buñuelos tibios o sumergir la parte superior para un toque dulce y brillante.
🍽️ Cómo servirlos
Disfrútalos calientes para apreciar al máximo su textura y sabor. Van de maravilla con una taza de café, un té especiado o incluso con una bola de helado de vainilla. Aunque lo ideal es comerlos el mismo día, puedes guardarlos en un recipiente hermético hasta por 2 días.
✨ En resumen
Los buñuelos de manzana a la antigua son el equilibrio perfecto entre lo clásico y lo delicioso. Con ese toque de canela y su textura inigualable, son el postre ideal para compartir en familia o disfrutar en solitario. Prepáralos una vez, ¡y seguro querrás repetir!