Bolitas de garbanzos y quinoa al horno
Cocine la quinoa:
Enjuague bien la quinoa y agréguela a una olla con agua (proporción de 2:1 de agua por quinoa).
Cocine a fuego lento durante unos 15 minutos hasta que esté completamente cocida y esponjosa. Escurra el exceso de agua y reserve.
Prepara los garbanzos:
Escurre los garbanzos y tritúralos con un tenedor en un bol grande. También puedes utilizar un procesador de alimentos para obtener una textura más suave.
Saltea la cebolla y el ajo:
En una sartén ligeramente aceitada, saltea la cebolla cortada en cubitos a fuego medio hasta que se ablande (unos 3-4 minutos).
Añade el ajo picado y las semillas de comino, cocinando durante un minuto más hasta que desprendan un aroma fragante.
Mezcla los ingredientes:
En el bol con los garbanzos machacados, añade la quinoa cocida, la cebolla y el ajo salteados, las nueces molidas, el pan rallado (o las migas de garbanzos) y la levadura nutricional (si la utilizas).
Sazona con pimentón, hierbas secas, hojuelas de chile coreano (opcional) y sal al gusto.
Mezcla todo bien hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
Forma las bolitas:
Precalienta el horno a 350°F (180°C).
Engrase ligeramente o cubra con papel de pergamino una placa para horno.
Con las manos, forme la mezcla en bolitas de 30 g (1 oz) y colóquelas en la placa para horno preparada.
Rocíe o pincele ligeramente las bolitas con aceite para ayudarlas a que queden crujientes en el horno.
Hornee:
Hornee durante 15 minutos o hasta que las bolitas estén doradas y ligeramente crujientes por fuera.
Sugerencias para servir:
Con salsa: sirva con yogur sin lácteos, crema agria o una salsa de tomate picante.
Con ensalada: acompañe con una ensalada verde fresca para una comida completa y nutritiva.
Bocadillo o aperitivo: disfrútelo como un bocadillo rico en proteínas o aperitivo con salsa para mojar.
Consejos de cocina:
Quinoa: asegúrese de que la quinua esté bien escurrida para evitar el exceso de humedad en la mezcla.
Textura: para una mezcla más suave, use un procesador de alimentos para triturar los garbanzos y combinar los ingredientes.
Condimentos: ajuste las especias a su gusto; Agrega hojuelas de chile extra para que sea más picante o aumenta las hierbas secas para darle más sabor.
Beneficios nutricionales:
Repleto de proteínas: los garbanzos, la quinua y las nueces son una gran fuente de proteínas vegetales.
Alto contenido de fibra: promueve una digestión saludable y te hace sentir lleno por más tiempo.
Vitaminas B: la levadura nutricional ofrece un sabor a queso y, al mismo tiempo, agrega valiosas vitaminas B.
Información nutricional:
Sin gluten: usa migas de garbanzos o pan rallado sin gluten.
Sin lácteos y vegano: esta receta no contiene lácteos de forma natural y es 100 % vegetal.
Almacenamiento:
Refrigeración: guarda las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 3 días.
Recalentamiento: caliéntalas en el horno a 180 °C (350 °F) durante 10 a 12 minutos para que conserven su textura crujiente.
Por qué te encantará esta receta:
Fácil de preparar: con pasos e ingredientes sencillos, es muy fácil de preparar.
Nutritiva y saciante: una alternativa saludable y rica en proteínas a las albóndigas tradicionales.
Versátil: sírvelas de diversas formas en diferentes comidas.
Conclusión:
Estas albóndigas de garbanzos y quinoa al horno son una deliciosa y nutritiva incorporación a tu rotación de comidas. Ya sea que estés buscando un plato principal saludable o un refrigerio sustancioso, estos bocados ricos en proteínas seguro que te dejarán satisfecho. Pruébalos con tu salsa favorita y disfruta de una explosión de sabor y nutrición.