A esto lo llamamos “el abrazo acogedor de la abuela Amish” porque todos siempre repiten.
Instrucciones
Precalienta el horno a 175 °C (350 °F).
Sazona las pechugas de pollo con sal y pimienta.
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega las pechugas de pollo y cocina hasta que estén doradas por ambos lados, aproximadamente de 4 a 5 minutos por lado. Retira del fuego y reserva.
Prepara la mezcla de relleno de acuerdo con las instrucciones del paquete y reserva.
En un tazón grande, combina la crema de pollo, la crema agria, el caldo de pollo y la leche. Mezcla hasta que quede suave.
Agrega el apio y la cebolla picados a la mezcla de sopa.
Coloca las pechugas de pollo doradas en una fuente para horno engrasada de 9 × 13 pulgadas.
Vierte la mezcla de sopa sobre el pollo, asegurándote de que estén bien cubiertas.
Distribuye el relleno preparado de manera uniforme sobre la parte superior de la mezcla de pollo y sopa.
Rocía la mantequilla derretida sobre el relleno.
Cubre la fuente para horno con papel de aluminio y hornea en el horno precalentado durante 30 minutos.
Retira el papel de aluminio y hornea durante 15 minutos más, o hasta que el relleno esté dorado y el pollo esté bien cocido.
Deja reposar la cazuela unos minutos antes de servir.
Variaciones y consejos
Para darle un toque diferente, prueba a usar pechuga de pavo en lugar de pollo para un bocadillo posterior al Día de Acción de Gracias. También puedes agregar verduras como guisantes o zanahorias para obtener más nutrición. Si prefieres un poco de picante, considera agregar una pizca de pimienta de cayena o una pizca de salsa picante a la mezcla de sopa. Para una textura más cremosa, sustituye la leche por crema espesa o crema de leche. Finalmente, si buscas reducir el sodio, opta por caldo de pollo y sopa bajos en sodio.