Los tomates se conservan mejor a temperatura ambiente si planea usarlos en una semana. Asegúrese de mantenerlos alejados de la luz solar directa y de fuentes de calor. Guárdelos con el tallo hacia abajo para evitar que la humedad entre y se echen a perder.
2. Refrigere los tomates maduros
Una vez que los tomates hayan madurado completamente, puede prolongar su vida útil guardándolos en el refrigerador. Deje que recuperen la temperatura ambiente antes de consumirlos para que conserven su sabor.
3. Use toallas de papel y un recipiente hermético
Forre un recipiente hermético con toallas de papel y coloque los tomates dentro, asegurándose de que estén secos y separados para evitar que se toquen. Las toallas de papel absorberán el exceso de humedad, lo que ayudará a prevenir la aparición de moho.
4. Congele los tomates para una mayor conservación
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